La mayoría de nosotros tenemos una charla mental constante. Hablamos con nosotros mismos todo el día y, por desgracia, esta charla es con frecuencia negativa. A menudo está contaminada por la culpa de nuestro pasado o ansiedad acerca de nuestro futuro. Esta charla suele afectar la imagen que tenemos de nosotros mismos, el establecimiento de objetivos y metas, nuestra motivación y energía hacia la vida, hacia nuestras relaciones o hacia cualquier proyecto que emprendemos.

Nuestras acciones se inspiran en nuestros pensamientos. Si podemos cambiar la forma en que pensamos, podremos empezar a cambiar las acciones que tomamos e inyectar de motivación, entusiasmo y armonía nuestras vidas.

Recuerda que tú convives contigo mismo cada día de tu vida, de manera que, en la medida que puedas tener una conversación interna sana, basada en el amor y el respeto, podrás mejorar tu bienestar personal y por supuesto tu autoestima.



1.- Identificar la charla mental negativa: El primer paso es volverte consciente de cómo es tu charla mental. Es muy difícil realizar cambios a nivel personal sino entramos en un estado de despertar, conociendo ‘donde estamos ahora’ para luego identificar ‘adónde queremos llegar’. Posiblemente tu charla se volvió negativa por diversos factores y al identificarlos y reconocerlos es más fácil reconciliarte contigo mismo y transformarla en algo más positivo. Por lo general, la charla mental negativa está asociada a emociones enterradas asociadas al dolor, rabia, tristeza y al rechazo que pudimos haber experimentado en algún momento de nuestras vidas y que han venido dañando nuestra autoestima.

2.- Eliminar la charla mental negativa: Luego de que la identifiques, es necesario que comiences a cuestionar esa charla mental para poder eliminarla. Si te llegan pensamientos de que ‘no puedes lograr’ aquello que deseas, comienza a cuestionarlo ¿Por qué no puedo crearlo?, otras personas lo han logrado ¿Por qué yo no?, ¿Qué puedo hacer para lograrlo? Hazte preguntas cuando te invada esa charla mental negativa, que comiencen a desestructurar sus cimientos. Otro método es decirte una frase o una palabra que interrumpa ese pensamiento, como por ejemplo ‘Cancelar’ o ‘ALTO’; en cuanto te descubras retomando esos pensamientos negativos, simplemente di esta palabra lo cual paralizara momentáneamente estos pensamientos y retoma el control, plantéate entonces las preguntas y cuestionamientos que te ayudarán a replantear tus pensamientos y eliminar aquellos negativos y tóxicos.




3.- Elaborar afirmaciones positivas: crea declaraciones positivas en relación a una meta que deseas alcanzar, de manera que reflejen el resultado que realmente quieres. Tienen que ser cortos, creíbles y concentrados. Repitiéndolos una y otra vez podrás construir estados de pensamientos más positivos e inconscientes. Lee en voz alta tus afirmaciones con sentimiento, realmente creyéndolas como ciertas. La mera lectura de las palabras no tiene ninguna consecuencia a menos que involucres tus sentimientos en ello. Al principio puede que tengas escepticismo hacia tus afirmaciones, pero persevera en esta práctica de manera que tu escepticismo de paso a una fe absoluta.

4.- Elabora un guión positivo: Tal vez no te has dado cuenta, pero por lo general la charla mental negativa es un bucle sin fin cargado de quejas, críticas, juicios, resentimientos, bloqueos y limitaciones que no se detiene y nos hace girar en un drama que nos atrapa y limita. Comenzamos entonces a ver todo lo negativo, nos quedamos atrapados en noticias trágicas, negativas, cargadas de aquello a lo que nos hemos vuelto adictos y cuando menos nos damos cuenta pensamos que el mundo es gris, triste y caótico, pero lo que no hemos percibido es que somos nosotros quienes hemos puesto el foco en la parte gris y no en todos los colores. A partir de ahora, mantén en tu mente historias positivas y edificantes, puedes incluso visualizarlas. Rodéate de información positiva y construye tú mismo tus propias historias positivas, en las cuales se cree un futuro cómo el que tu deseas, donde estén todos tus objetivos alcanzados. De esta manera, al buscar noticias positivas y también construirlas en tu mente, estás poniendo tu atención en elementos más positivos los cuales van a ir influyendo en tus pensamientos y en la forma en que percibes el mundo.




5.- Rodéate de personas que te generen influencias positivas: Es importante que identifiques los factores externos negativos en tu vida que pueden estar alimentando todos tus pensamientos negativos. Por ejemplo, un amigo que se la pasa en un estado de queja y crítica constante. Si no estás lo suficientemente alerta, comenzarás a adoptar esos pensamientos como tuyos. Al identificar estas influencias negativas podrás limitarla y alejarla de tu vida lo más que puedas. Abstente de discutir tus planes con personas que realmente mantengan un estado negativo de constante crítica y juicio. Lo más sano para tus pensamientos, tu estado de ánimo y tu motivación, es rodearte de personas que te hagan sentir bien, que sean para ti una compañía agradable y positiva.



6.- Enfócate en el momento presente: Es posible que tu charla mental negativa se vea alimentada por tus preocupaciones, por todas las cosas que debes hacer de manera que te sientes como si estuvieras subiendo una empinada colina tan alta que es difícil mirar el final. En estos casos lo mejor es concentrarse en el aquí y el ahora. Preocuparse por el futuro o lamentarse por el pasado solo trae dolor, incomodidad, rabia y una gran cantidad de sentimientos negativos. Para no caer en estos sentimientos que intoxican tu pensamiento, es necesario que ocupes tu mente en tu presente, en las acciones de cada día en lo que estás haciendo. Este hábito te mantendrá en un estado de calma, de completo control y sobre todo te brindará esa maravillosa sensación de sentirte vivo y en sintonía con el universo.
  

7.- Aceptar: El último paso es tal vez uno de los más sanadores, al igual que el anterior, implica aceptar todo lo que te ha ocurrido sea bueno o malo y además aceptar que no tienes el control completo y absoluto sobre lo que va a ocurrir, lo cual por lo general pega mucho en el ego. Al ser capaces de aceptar desde el corazón, podemos sanarnos y silenciar por completo ese diálogo interno que está enfocado en lo que pudo haber sido y no fue, en lo que salió o saldrá mal, en fin, en todo aquello que no te hace feliz ni te hace sentir paz.



Todos estos pasos deben ser aplicados constantemente en tu vida, hasta que se vuelvan un hábito inconsciente. Puede que te tome algún tiempo y esfuerzo cambiar esos viejos patrones y conseguir ese estado deseado, pero al final las recompensas serán mayor bienestar, felicidad, paz y armonía; lo cual sin lugar a duda vale la pena. 

Recuerda también que no tienes por qué recorrer tú solo este camino, si sientes la necesidad puedes acudir con un psicoterapeuta o un especialista que pueda orientarte en tu proceso de cambio.





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