A veces nos suceden situaciones en nuestras vidas que nos hacen
pensar que ya no hay esperanzas, situaciones que nos sobrepasan y nos abruman,
pero tal vez es en esos momentos donde más debemos aferrarnos a la esperanza y
a la certeza de que esa situación pasará no importa lo mal que luzca en este
momento, ya que la esperanza sirve como un combustible que nos hace seguir
avanzando.
1.- Haz una lista de las situaciones difíciles que ya has
superado. Lo más probable es que ya hayas
tenido en tu vida algún obstáculo o dificultad que superaste. Hacer una lista
de estas situaciones te permite identificar los recursos y estrategias que
utilizaste para hacerle frente.
- Respondete: ¿Cómo lidie con esa situación? ¿Qué pensamientos tenía? ¿Cuales fueron mis acciones? Si te sobrepusiste a esos obstáculos, claramente puedes volver a hacerlo. Si no conseguiste ningún obstáculo pasado, entonces este puede ser el primero que superes y que quede como un recuerdo personal de crecimiento y superación personal.
2.- Enfocarse en la fuerza que has obtenido a raíz de la dificultad. El carácter se forja en el fuego de la tribulación. Cada obstáculo que
superas y cada dificultad que soportas te fortalece, y más aún si eres
capaz de aprender de cada una de esas circunstancias, porque, aunque
parezca difícil verlo en esos momentos, hay un aprendizaje detrás de cada
problema.
- Te invitamos a que hagas una lista de aquellas circunstancias difíciles que has atravesado y reflexiona cómo has cambiado a partir de ello, qué has aprendido y de qué manera te has fortalecido. Lo más importante es que te enfoques sobre todo en el aprendizaje positivo, aquel que te haga crecer y ser una mejor versión de ti mismo; no nos referimos al cambio que te aísla, al que cierra tu corazón y hace volver más desconfiado, porque esa no es la verdadera fortaleza interior. Por ejemplo, que te despidan de un trabajo puede brindarte la oportunidad de aprender un nuevo oficio, desarrollarte y prepararte más o emprender un nuevo proyecto que te haga independizarte.
- Respóndete: ¿Me he vuelto más comprensivo/a, compasivo/a o generoso/a a través de esas circunstancias difíciles? ¿He desarrollado la paciencia, la determinación o la capacidad de perseverar?
3.- Reconoce y aprecia aquello que todavía tienes. No todo está perdido, aún en las peores circunstancias siempre
podemos tener algo que apreciar y valorar; encuéntralo y reconócelo en ti o en
tu vida.
- Hay personas que, a pesar de haber tenido graves accidentes, tener alguna discapacidad física severa o una enfermedad muy grave, logran trascender esas circunstancias manteniendo una postura optimista hacia la vida y el mundo. Aprende a concentrarte en lo que tienes, en lugar de lo que has perdido o lo que te falta.
4.- Haz una lista de tus logros. Cuando la vida nos
inunda con una serie de acontecimientos negativos podemos tener
la sensación de que debemos haber hecho algo para merecer todos
esos malos acontecimientos. Podemos empezar a dudar de nosotros mismos y
empezar a sentir como si toda nuestra vida ha sido un fracaso tras otro. Esto
no es verdad. Todo el mundo ha logrado algo. Si has tenido hijos y criado
a una familia, comenzado tu propio negocio o sobrevivido una enfermedad o
te has graduado de la preparatoria o de la universidad, entonces has logrado
mucho sin darte cuenta.
5.- Percibe los nuevos obstáculos como un reto. No siempre podemos evitar que nos ocurran cosas malas, pero si podemos
controlar la manera en que actuamos o la actitud con que enfrentamos esas
circunstancias. Verlas como retos a superar o como desafíos, nos
puede brindar ese empuje o energía necesaria para actuar, para resolver lo que
tengamos que hacer.
6.- Busca la lección que hay detrás de cada problema. Cada día es una oportunidad para aprender, y lo mismo ocurre con los
obstáculos. Mantener una postura abierta y consciente que te permita busca la
lección o el aprendizaje detrás de cada problema te permitirá prevenir que
vuelva a ocurrir o, en última instancia, tendrás más recursos para hacerle
frente. Podrás así encontrar un significado incluso en las más insignificantes
y pequeñas áreas de la vida.
7.- Visualiza un futuro en donde ya has superado esa situación
difícil. Puedes encontrarte sin esperanzas en
este momento y posiblemente muy desmotivado/a, pero imagínate uno o dos
años a partir de ahora ¿Tu futuro sigue siendo tan sombrío? El cambio
es lo único constante en este mundo, ni tu ni tu vida son ajenos a ello. Aunque
a veces no puedas visualizar un futuro mejor, porque el caos del momento
te domina, nada permanecerá igual. Incluso las malas situaciones mejorarán con
el tiempo. De manera que, toda situación que te resulte desesperanzadora en
este momento, puede hacer un giro de 180 grados y llenarse de esperanzas y
promesas en el futuro. Incluso antes de lo que imaginas.
8.- Asiste a terapia. Hablar sobre tus problemas puede
resultar muy liberador y sí estos te resultan muy abrumadores, posiblemente un
psicoterapeuta o algún especialista podrá orientarte de la mejor manera posible
para que puedas adquirir aquellos recursos personales que necesitas para
hacerle frente. Recuerda
que no estás sólo y puedes salir adelante de cualquier circunstancia en la que
te encuentres. No tengas miedo de pedir ayuda si es lo que necesitas.
0 Comentarios
Hola! Por favor déjanos tu comentario acá abajo. Nos gustará mucho leerte. Te responderemos a la brevedad posible.